Un año más que se termina y, de nuevo, la ilusión de que el que está a punto de comenzar sea un poquito mejor. Viene bien que de vez en cuando, sin más motivo que una simple fecha, se reaviven las ilusiones y las esperanzas; después posiblemente todo siga igual, pero durante un tiempo viviremos un poco más esperanzados.
No ha sido mal año, en lo personal, este 2010; ha vuelto mi hada madrina y de vez en cuando ha tocado mi vida con su varita mágica y me ha hecho feliz y ahora, justo cuando termina el año, ha convertido un sueño en un objetivo alcanzable. Llega el nuevo año lleno de ilusiones y preñado con un proyecto que va creciendo y tomando forma como si de un crío se tratase y que en los primeros días de febrero verá la luz. Una portada, un título, 55 temas... El blog se convierte en libro. Otro sueño que juega a hacerse realidad.
Deseo que 2.011 sea un poco mejor que 2.010, que alcancéis algunos sueños, que tengáis más ratos felices que de tristeza y que siempre tengáis a vuestro lado a una persona con la que compartir todo aquello que la vida os depare.
Un fuerte abrazo.
El viejo farero.